Pintura Óleo sobre tela
La pintura es la que ocupa la mayor parte de mi trabajo (entre grabados, collages, objetos, etc.) y un tiempo bastante extenso de desarrollo en cada obra. Ese tiempo es como el de maduración de una fruta: primero hay una planta, o un árbol, luego sus ramitas, luego hojas y flores. Hay una polinización misteriosa en esa flor abierta, una inquietud que llama a cierta respuesta. Viene la fruta muy pequeña, empieza a nutrirse y va creciendo hasta ya quedar madura y lista para dejar el árbol. Esa es una imagen en la mente. El modelo es, ante todo, una imagen mental. Me gusta recurrir a citas de autores que me interesan mucho, en especial por su enfoque respecto del alma humana y que también se han referido a las artes.
Esta cita de Meister Eckart (1260-1328) me sirve para presentar estas pinturas, dice así: " Antes de que mi ojo pueda ver la pintura en el muro, ésta debe filtrarse a través del aire, y en una forma aún más tenue, entrar en mi fantasía (el imaginar) para que la asimile mi comprensión" (de Sermones, 111) Me refiero al muro que está primero en mi mente, ahí se proyecta primero esa imagen y luego sigue su proceso. El ojo funciona como un espejo. Pinto estas imágenes que no son paisajes externos, son paisajes totalmente interiores. Y esa interioridad la tenemos todos los seres humanos, por lo que es también algo que me involucra en un tejido con esa interioridad de la humanidad.