Vivía el año 2010 en Talcahuano. Febrero 27. Yo vivía sobre el cerro, no tuve el agua dentro o arriba de mi casa, gracias a Dios. Pero la parte de abajo de mi barrio estaba al nivel del mar, sabido por todos lo que ocurrió. 6 u 8 meses más tarde se iniciaron las demoliciones de lo que quedaba en pie. Antes de que eso ocurriera encontré este aparato medidor de consumo eléctrico, de esos que ponen fuera de las casas. Este estaba casi cayendo de una pared de una casa semi destruída. El agua del maremoto que entró, que subió, dejó la "marca de nivel" tanto en la pared de esa casa como en el marcador, agua sucia de barro. Era una marca  terrible.  Desprendí el medidor, me lo guardé. Creo que pasaron 5 años, ya me había mudado a Viña. Y me puse a trabajar en el objeto. Algo muy simple, solo una ramita en su interior, sobre ella una pequeña ciudad construida en cerámica, muy frágil, muy delicada, muy a punto de caer, como ocurrió con nuestra ciudad. Añadí una luz en el interior para poder ver esa construcción. Por fuera, dibujadas en síntesis las casas que desaparecieron y la marca del agua evidenciada como agua.